miércoles, 16 de febrero de 2011

ARBOLES SAGRADOS






Poesía del Abedul








Con las livianas semillas

que al páramo trajo la brisa

vinieron con alas de aire y prisa

el adusto pueblo de las maravillas.



Cruzaron la línea del rojo sendero

Destellos del sol radiante,

Los colonos de tronco austero

arraigando en el suelo, en aquel instante.



Enraizadas firmes, las fértiles simientes

Crearon el bosque de nuestra memoria

Especie muda que observó nuestra gloria

Cayendo en el olvido de nuestras gentes.



Protectores fuisteis, de los pueblos alados

¡Vosotros, tribu de los abedules!

La diosa os prometió los caminos dorados

Las sendas hacia los cielos azules.



Recuerdos sois, de viejos santuarios

De nuestra tribu, raíces reencontradas

Sois siempre, mensajeros y emisarios

de los alados entes y de las hadas.



Os nombro, entre mi gente

Para restablecer el círculo sagrado

Para madurar en el vínculo añorado

Y devenir uno, con vuestra simiente.



Viejos amigos, enlazados con nuestra energía

Supremos, sabios y confidentes hermanos

Pacientes en quietud, calma y armonía

Sois nuestros misterios y enigmas arcanos.



Sabemos de vuestras riquezas divinas

De vuestras cortezas y mágicas ramas

De vuestras dulces savias y resinas

Sabemos de curativas medicinas

Que sanan febriles cuerpos y ajadas almas.



Flores de abedul en nuestros cabellos

Hechizos en las noches estancas

Vuestros espíritus como destellos

en nuestras ánimas blancas.



Hojas de vuestro ensueño y estrellas

De vuestro amanecer vital

Os admiramos como a hadas bellas

Cuando recorren la noche boreal.



No importa las palabras que escriba

No es causa primordial

Importa, esta emoción tangible y real

Vivir lo que el árbol nos inscriba

en nuestro corazón tribal

Importa lo que el espíritu reciba

del abedul estoico y fraternal.



Os abrazamos abedules

Aspiramos el aroma de vuestras flores

Saboreamos vuestros frutos de amores

soñando con Lunas Azules,

cuando la diosa, atiende nuestros clamores

¡Ya suena la danza de los abedules!



Melodías entre zarzas

La diosa muestra sus primores

La hoguera crepita en los albores

de la noche que se alza

con matices seductores.



Se oyen grullas y garzas

Con sus coros delatores

Son los compases que ensalzan

a estos árboles cantores.


 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario